Drako, es un Fila Brasileño, tiene 9 años: es obediente, cariñoso, con buena salud, y grande.Se crío en unos terrenos donde los dueños tenían una empresa, la cual ha cerrado. Por ello han tenido que llevarlo a casa, a una casa bastante más pequeña y sin jardín.
Drako se siente incómodo, atrapado y triste porque no tiene espacio.
Los dueños no quisieran separarse de él, pero ya no les queda otra alternativa.
“Lo que quiero que entienda –dice la dueña- es que no lo queremos abandonar, dejar, regalar por capricho, sino queremos que este mejor y que nosotros podamos seguir con un equilibrio que se ha roto por intentar no separarnos de él…Por ello me gustaría saber si ustedes tendrían un sitio para el.
Os pido ayuda, ya que estoy en contra del abandono y el maltrato de los animales, nuestra situación no nos permite tenerlo con nosotros, y necesito saber que estará en buenas manos”.
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